María de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga fue una pintora surrealista hispano mexicana. Nació el 16 de diciembre en 1908 en Angles, España. Estudió en la academia de San Fernando en Madrid. Remedios fue muy religiosa y una persona muy espiritual. Se le relaciona mucho con los pintores vanguardistas.
En 1941 llega a México, durante el gobierno del Presidente Lázaro Cárdenas, se acopla rápidamente a México gracias a las políticas del presidente que brindaba posibilidades a los refugiados, asilo y permiso para laborar.
A principios de su carrera Remedios Varo no tomaba tan en serio la pintura, trabajaba para publicidad, incluso llegó a trabajar para la farmacéutica Bayer. Walter Gruen (su esposo en el momento) le recomienda que abandone los trabajos comerciales y se dedique a la pintura "en serio". Remedios entonces empieza a realizar sus grandes obras. Muere de un paro cardiaco el 8 de octubre en 1963.
Los escritores y críticos que analizan a Remedios Varos establecen que el surrealismo "la marcó".
La imaginación que apreciamos en sus obras, es una imaginación artística que se vale de procesos muy similares a los que se constelan en la imaginación científica, la capacidad de observación de la artista fue inaudita y esta en las bases mismas de lo mejor que realizo.
En su búsqueda de iluminación espiritual, Remedios Varo, viajó a través de altas esferas que la llevaron al estudio de doctrinas herméticas como la alquimia la magia y la cabala. Esos conocimientos ancestrales se convirtieron en la fuente que nutria su iconografía.
Se identificaba con las representaciones simbólicas creadas por artistas del renacimiento que también habían luchado con el sufrimiento personal y buscado respuestas en las mas antiguas ciencias y religiones y modeló su arte conforme al de ellos.
La obra que se observa en la parte de arriba se titula "Mujer Saliendo del Psicoanalista" el material de la obra es óleo sobre tela, sus medidas son 71 x 41 cm. Y fue realizada en 1961. Los contornos y las formas de la obra son circulares, la obra cuenta con gran cantidad de formas esféricas lo que la probé de mucho equilibrio, ligereza y movimiento.
En la pintura se observa una mujer con el pelo blanco elevado hacia arriba como si fueran pensamientos, porta una capa verde con unos ojos en medio como representando dos personas en una misma, sostiene una canasta y de la mano derecha le cuelgan unos hilos que se están desprendiendo. En la parte de arriba se observan nubes negras.
A principio de los años sesenta Remedios Varo le escribía al Dr. Alberca acerca de sus sueños, pesadillas y terrores, también de su extrema sensibilidad, timidez y sentido de culpabilidad. Este aspecto de su vida se cree que lo plasma en la obra, se burla de sus propios problemas y después de hacer decidido dejar atrás el pasado, tira al pozo los desechos psicológicos. El canasto lleva estos residuos, contiene el reloj (tiempo), se cree que Remedios había cortado los hilos que la atan, ha recuperado su libertad. La cabeza que tira al pozo, se cree que es la idea de la autoridad.[1] Representa a su padre, se esta desaciendo de esa dependencia con la que tuvo que vivir, Remedios cree que es lo correcto.
BIBLIOGRAFÍA
-Beatriz Varo en su libro: Remedios Varo: en el centro del microcosmos. p.129
- Remedios Varo, Ricardo Ovalle y Walter Gruen, edición Era, primera edición 1994.
- Remedios Varo 1908-1963, museo de Arte Moderno, Mexico df 1994, segunda ediciónn
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